Concierto en el Asilo Mundet

Espero les guste esta reseña que me hizo llegar Ana Van Dusen....saludos: GZ

"Querido Gus:
 
El viernes 8 de mayo de 2010, tuve el honor de asistir, invitada por Johnny Ortega de Los Hooligans (originales) a un evento en el Asilo Mundet promovido por el Sr. Pardo quien fuera representante de Hooligans y Loud Jets, no se si también de los Hermanos Carrión, pero el caso es que también asistieron y tocaron padrísimo todos.

Desde verlos aparecer antes de evento y sentir la camaradería añejita con la que se saludaban, ver sus abrazos y escuchar sus risas; mi corazón empezó a bailar junto con los recuerdos de Orfeón a Go Go, los conciertos de Cuaed, de Tlahuac.

Tras unas conmovedoras e ingeniosas palabras de Jaime Almeida, abrieron el concierto los güeros grandototes hermosos con sus clásicas de los 60s y entre canción y canción felicitaban a las madres internas en el asilo hacían comentarios simpáticos y tiernos. 

Es lindísimo ver como el tiempo toca todo menos las miradas y las sonrisas que son mas bellas conforme pasa el tiempo. Quiero que sepan que hicieron que se pararan a bailar varios de los internos.

Hubo uno que sacó a bailar a una Sra y ella decía que NO hasta que el Sr. se hincó, ella le concedió la pieza y se paró a bailar con cara de la Princesa Merezcotodo del Valle de Perdonavidas. 

Me cuenta mi mamá que la familia Carrión era de mucho abolengo y vivía en la misma calle donde ella nació y creció (el Laurel) que sus abuelos formaron una familia alegre, muy educada conformada por Ricardo, Adolfo, Bertha, Gustavo (músico de conservatorio, autor y compositor de música para películas), Esther, Alicia, Guillermo y Gloria, quienes tenían en Ferrocarriles Nacionales de México un vagón exclusivo para ellos. Menciona que su casa era de las más elegantes de la cuadra con sótanos habitables, escalera de mármol y que la nana se llamaba Tina.

Confieso que cuando cantaron "lágrimas de cristal" a mí me sorprendió una incontrolable cascada de lágrimas reales junto con un golpe de emoción de esos que pegan sin avisar, en pleno pecho, con un saborcito como de ayer, con enorme intensidad en el hoy y la esperanza de vivirlo en un mañana no muy lejano.
 
Cuando cerraron Los Hooligans ya los internos estaban superprendidos, fué impresionante ver como los recibieron, como bailaron y con que cariño respondían musicalmente a sus peticiones. Increíble pero Johnny que toca 14 instrumentos, solamente cantó ..........y ya que andamos mencionando aristocracias les contaré que Johnny Ortega es bisniteto de Aniceto Ortega, catedrático y fundador del Conservatorio Nacional de Música, o sea que hay notitas musicales bailoteando en su torrente sanguineo.

Todos guapos de tono muscular trabajado y cuidado, vestidos de jeans y tenis. Tocaron entre las que recuerdo Despeinada, El gato loco, Money Honey, Adios a Jamaica y por supuesto cuando tocaron Agujetas de Color de Rosa, no pude resistir y me apropié del micrófono del maestro de ceremonias para hacer coritos.

Lo más conmovedor del concierto y donde más lloramos no yo solita sino varias personas fué cuando Johnny dijo que dedicaba "Al final" a todos y que no encontraba palabras para describir su enorme gozo, la voz se le cortó y los ojitos se le llenaron de un brillito como de estrellas y sus colegas empezarona tocar con esa complicidad peterpanezca de quienes nunca envejecerán, siempre serán en el escenario nuestros gigantones del inmortal Rock and roll.
 
Con cariño
Ana Van Dusen"